Agua contaminada con fluoruro reduce 50 por ciento el coeficiente intelectual

Diego Alcalá Ponce

Con la aclaración de que estamos retomando los “datos duros” de la publicación de 2015, como recordatorio para tener presente los serios problemas de contaminación en el acuífero Lerma-Chapala, de donde proviene gran parte del agua que consumen los habitantes de esa franja y se elaboran productos alimenticios, de tocador, de cuidados personales, dentales, y hasta medicamentos, sobre todo en el estado de Guanajuato, seguiremos insistiendo hasta saber qué se ha hecho, o se está haciendo al respecto. No olvidemos que ese es el objetivo de este seguimiento periodístico. No es una publicación más.

Hasta el 2001, de acuerdo a estudios del CGEO de la UNAM, en algunos sitios de la cuenca Lerma-Chapala, la concentración de fluoruro y arsénico en más de 250 pozos cubrían una zona de 500 kilómetros cuadrados y presentaban concentraciones de hasta 10 veces por encima de los límites tolerables para el cuerpo humano. Y en 2015, cuando fue publicada esta información, el área se había incrementado a 800 kilómetros cuadrados y las concentraciones se habían duplicado; y en cuanto al arsénico, que es cancerígeno, sobrepasaba 20 o 30 veces. Leer más.

Fuente: El Universal